San Juan es, posiblemente, una de las noches con más magia de todo el año. En muchos lugares se encienden hogueras, y saltándolas la gente deja atrás todo lo malo y purifica su alma y su mente preparándose para disfrutar del verano.
El fuego es muy importante en esta tradición, pero, aquí al lado, en la ermita de San Juan Xar, el agua cobra todo el protagonismo. Y es que, cómo no iba a ser así, si el agua que brota de su manantial tiene poderes mágicos y curativos.
A primera hora de la mañana del día de San Juan y durante los tres domingos siguientes, la ermita, ubicada en una cueva natural, acoge unas misas a las que acuden numerosos vecinos de la zona y de otros lugares más lejanos. La imagen del viejo San Juan se adorna con velas y flores. Cuando finaliza la celebración religiosa, se acude al manantial llamado SanJuaniturri (fuente de San Juan), situado un poco más abajo, y llevan a cabo un ritual. Beben y se lavan en cada uno de los tres chorros que tiene la fuente. Después mojan toallas, o pañuelos que luego se ponen en el lugar del cuerpo en el que tienen un dolor para depositarlas, finalmente, sobre los matorrales próximos. Unos días después estas prendas deben de ser recogidas y quemadas en una hoguera, para quemar todo el dolor absorbido por ellas.
También es tradición llevarse agua del manantial para beberla en casa durante nueve días.
San Juan Xar es un lugar de espectacular belleza que puede ser visitado durante todo el año, así que, si vienes por aquí, no te lo pierdas.
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